¿A qué le temes cuando le temes a lo denso? Una columna densa
Alberto Velásquez Castro
Cuán necesitada esta nuestra comunidad, y cuánto nuestro país, y cuánto nuestros países, y cuánto nuestras vidas, y cuánto tu existencia de un grado mayor de densidad. Pero la comunidad, el país, los países, nuestras vidas y tú parecieran ser insensibles a esta cualidad. Por ello, a menudo, huyes de lo denso. Lo denso te asusta, te da miedo, giras y le das la espalda; pasas de puntillas. Es por esta falta de densidad que Huidobro decía: “¿Qué sabios ha tenido Chile? ¿Qué teoría científica se debe a un chileno? ¿Qué teoría filosófica ha nacido en Chile? ¿Qué principio químico ha sido descubierto en Chile? ¿Qué político chileno ha tenido trascendencia universal? ¿Qué producto de fabricación chilena o qué producto del alma chilena se ha impuesto en el mundo?”. ¿Cuánta densidad nos falta en Loncoche?
¿Cuántas veces no nos ha sucedido en la vida cotidiana? De pronto la conversación se vuelve súbitamente interesante, comenzamos a hablar de lo que nos aqueja, nuestros oídos comienzan por fin a escuchar lo que nos quieren decir las palabras. Entonces, ahí, cuando las estrellas que iluminan la noche comienzan a tener sentido una voz, con tono cómico o colérico, dice:” ¡qué están densos!, ¿para qué tan denso?, ¡ya, hablemos de otra cosa mejor! El protector del tabú ha entrado en escena, los ojos miran acusadoramente y los densos parecen adolescentes pillados por sus padres intentando hacer el amor por primera vez.
¿Qué es lo denso? Dice el diccionario (DRAE) que es lo que contiene muchas cosas en poco espacio, lo espeso, lo que tiene muchos elementos apretados o muy juntos entre sí. Lo que presenta mucho contenido o profundidad. El diccionario etimológico de Gómez Silva dice: “compacto, apretado, impenetrable, del latín densus”. Moliner dirá “con mucha materia o contenido”. El Wikcionario dice: “es lo que está muy junto, apretado, apiñado, unido, cerrado”. “Dicho de un texto, discurso o materia que tiene mucha riqueza de ideas que lo hacen difícil de entender”. “Lo denso sería la cualidad de lo que no se comprende bien”.
En consecuencia, ¿le temes a lo que contiene muchas cosas en poco espacio? ¿Pasarás de largo la poesía de Eliot porqué en ella el universo se contiene en once versos? “Lo que llamamos el comienzo es a menudo el fin/y llegar a un fin es hacer un comienzo. /El fin es de donde arrancamos. Y cada expresión/ y frase que sea correcta (donde cada palabra esté en su/ casa, /ocupando su lugar para apoyar a los demás, /la palabra ni desconfiada ni ostentosa, un fácil comercio de lo viejo y lo nuevo, /la palabra corriente, exacta sin vulgaridad, /la palabra formal, el conjunto completo bailando juntos)”. Sí, puedes pasar de largo, después de todo estás en tu derecho.
¿Le temes a lo espeso? ¿cerrarás los ojos ante la pintura de Peter Brueghel? o ¿pasarás de largo?; ¿prefieres pensar que lo espeso es pesado, impertinente y molesto? Observar el cuadro de Brueghel con profundidad es desafiar a la muerte, enfrentarse a este mundo mutable. ¿Prefieres huir a enfrentarte a este ser frágil, cambiante y muchas veces egoísta: el ser humano? Incluso en esta visión sombría y trágica persiste lo bello: si miras con detención el extremo inferior derecho del cuadro.
¿Le temes a lo que esta muy junto y apretado entre sí? ¿Le temes a lo que esta compacto y que parece impenetrable? ¿le temes al contacto con la propia intimidad? ¿a enfrentarte con tu propio ser reflejado en el espejo de agua? ¿Temes perder tus amigos?; si te rechazan por adentrarte en la densidad no son amigos. Como dijera Kant la amistad tiene mucho del sentimiento de lo sublime. Es decir, comparte el asombro de lo ilimitado, busca adecuarse a las ideas de la razón e intenta comprender la dignidad del ser humano y su valor universal. Eres mi amigo porque algunas idean nos unen, porque en ti se encarna toda la humanidad y ello te hace merecer tu dignidad y mi respeto.
¿Le temes a lo que tiene mucho contenido? Dice Berlin citando a Maquiavelo: “los seres humanos diferentes buscan fines diferentes y en cada caso necesitan una habilidad adecuada. Escultores, médicos, soldados, arquitectos, estadistas, amantes, aventureros, cada quien va en pos de sus propias metas. Para hacer posible que las alcancen se necesitan gobiernos, pues no hay mano oculta que ponga todas estas actividades humanas en armonía natural.” ¿Buscarás el pasaje? ¿Le temes a la cantidad de tiempo que conlleva comprender en toda su dimensión la frasecita: “los seres humanos diferentes buscan fines diferentes”? Esa diferencia hace que tengas derecho a escapar y negar la densidad. Paradójicamente lo denso te permite negar la densidad.
¿Le temes a la riqueza de ideas? ¿Le temes a lo que es difícil? ¿Tienes miedo a no comprender? Leer y pensar son placeres difíciles implican un esfuerzo concentrado y sostenido. Dialogar y conversar no para imponer al otro una idea, ni para ganar el debate, es difícil. Conversar y discutir para aprender es un arte cuya dificultad puede conllevar una vida entera. Enfrentarse a lo denso es interrogar a lo que nos resulta incomprensible. Es asumir con humildad lo que nos falta. Adentrarse en lo denso, es un camino que conlleva cierta lentitud, cierto habitar que recorre a pasitos cortos los recovecos de la casa, es no temerle a cierto esfuerzo intelectual sostenido en un lapso más largo de tiempo.
Necesitamos de lo cómico y, en ocasiones muy contadas, de un poco de cólera. Pero también necesitamos de lo denso, de lo duro, de lo impenetrable, de lo difícil. Nadie puede obligarte a charlar sobre lo denso, pero tampoco nadie debiera cercenar tu espíritu cuando te cautiva lo denso. ¡Atrévete! (¿no es esa la palabrita que dijo Kant?); hay que sumergirse en lo denso. Entonces, hoy en la tarde y mañana, hablaremos sobre el buen gobierno y la maldición del poder. Y en unos días más te sumergirás en los diálogos de Platón, leerás con fruición a Tolstoi; correrás por las páginas de Shakespeare para saber que personaje puedes ser; buscarás una reproducción de las puertas de Ghiberti y por fin encontrarás tus versos chilenos favoritos. Es más, en unos días hablaremos por fin sobre el amor desinhibidamente, mientras yo introduzco mis feas piernas en las aguas del mar. Cada uno será un mundo en sí mismo, seremos burbujas que chocan, pero que, debido a su densidad, no se deshacen en el aire. Termino, esta columna se está colocando demasiado densa. ¿Cuánta densidad nos falta en Loncoche?
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