Frase del día: "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten" Mateo 7,16. 12-14

De tan transparentes, se hacen invisibles

By on 15 febrero, 2022

Por Gonzalo Véjar Paz, Antropólogo, Diplomado en Comunicación Estratégica.

Está muy entretenido esto de conversar públicamente a través de columnas de opinión, claro que hay una salvedad, yo firmo las mías.

Han aparecido algunos escritos en “Loncoche al Día” que no tengo claro si son Editoriales o Columnas, pero si me da la impresión no provienen de la pluma de don Miguel Jiménez Valderrama, ya que no son parte de su estilo, forma, ni palabras. Más bien, me recuerdan los textos de un ex candidato que, luego de algunos yerros y exabruptos comunicacionales, que le habrían costado caro en la última contienda electoral en la que participó, tomó la decisión de guardar silencio por un tiempo. Pero sería sólo un silencio aparente, porque hablaría a través de este medio de comunicación.   

Cuando se enarbolan las banderas de la transparencia y se hacen gárgaras con la coherencia, la verdad, la fe pública y el bien común, empinados desde el púlpito de una supuesta superioridad moral, con un tufillo pontificador, lo que al menos se solicita es que alguien se haga responsable de estas opiniones y firme los artículos. ¿O es que de tan “transparentes” se hacen invisibles? En este sentido, no está tan lejano en el tiempo el surgimiento de una plataforma comunicacional de denuncias, “Loncoche Transparente”, que, al poco andar, desapareció. ¿Por qué? Porque justamente no es “coherente”, y si una clara contradicción, apelar a la transparencia y ocultar quiénes lideran estas acciones.    

En mi caso, manejo una página de Facebook denominada “Loncochense Tenaz e Incansable”, que se enfoca fundamentalmente a la promoción de la historia local, el patrimonio y la identidad cultural, abordando circunstancialmente asuntos de la coyuntura informativa. Acá difundo, por ejemplo, los libros de mi autoría, como es el caso de los Obituarios de Loncoche, el programa digital “Ojos de Papel”, junto a mi amigo y colega Ernesto Pincheira Alderete y el programa “Otro Loncoche es Posible”, junto al Alcalde Alexis Pineda Ruiz, con quien tengo amistad y trabajo político de larga data. Por ende, mis “conflictos de interés” están debidamente develados, no intentando pasar “gato por liebre”.

Coincido con la postura de que no hay que “Ignorar la noticia y silenciar al mensajero”, sobre todo cuando se tiene la profunda convicción de la relevancia de la prensa libre, fiscalizadora del poder y canalizadora de inquietudes y propuestas ciudadanas, pero, aunque “la palabra más soez y la carta más grosera, son mejores que el silencio”, esta labor no puede soslayar mínimos criterios de coherencia, rigurosidad y acuciosidad, que finalmente entregan credibilidad y confianza, sobre todo cuando los dardos y los ataques van en la misma dirección, revelando una intencionalidad política nítida y definida.

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