El antilegado de Ricardo Peña Alcalde de Loncoche
Por Alejo Montenegro.
En las últimas semanas se ha notado una arremetida comunicacional por parte de la Municipalidad de Loncoche, enfocada en la figura del Alcalde Ricardo Peña, sobre todo en medios de comunicación regionales. ¿Habrá contratado algún profesional loncochense para esos fines? En tiempos complejos de pandemia, ojalá el edil haya optado por algún profesional local calificado, que hay de sobra.
En estas notas de prensa se hace incapié en gestiones menores, de escasa relevancia e inversión, como la remodelación de alguna multicancha o las labores propias del día a día de cualquier programa social, que es lo mínimo que se le puede pedir a una organización de estas características.
¿Querrá el Alcalde a través de estos énfasis comunicacionales marcar lo que podría considerarse su “legado”? Si esto fuese así, habría que hablar más bien de un “antilegado”, ya que su recuerdo será la de un político de tono menor, un mero administrador de un municipio, que fue incapaz en 16 de años de cambiarle el rostro a una comuna que se muestra disminuida en comparación a otras ciudades de similares características de la Araucanía.
El “antilegado” de Ricardo Peña dirá que se farreó la posibilidad de dotar a Loncoche de un Centro Cultural, PoliDeportivo, Cesfam o un nuevo edificio consistorial, conformándose con gestiones de poca trascendencia e importancia, revolcándose en el lodo del conformismo y la mediocridad, haciendo a nuestra comuna perder valiosos años, reproduciendo un municipalismo clientelar de baja estofa, con una captura personalista del poder, alejado de las grandes transformaciones y pretendiendo engañar a la ciudadanía con evaluaciones y explicaciones autocomplacientes.
¿El legado de Ricardo Peña? Un artilugio fantasioso y pirotécnico con escaso apego a la verosimilitud. Parafraseando a la Biblia, libro que supuestamente tiene de cabecera, le recordamos al Alcalde la siguiente frase: “La verdad te hará libre”.
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