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Loncoche: entre la gestión del alcalde negligente y el sueño del “bello” durmiente

By Miguel Jimenez on 21 noviembre, 2019

Alejo Montenegro

Innumerables y evidentes son los síntomas de una creciente descomposición en la administración municipal liderada por Ricardo Peña Riquelme. Al fracaso de los diseños fallidos que han salido en prensa como el del edificio consistorial que genera gastos y errores que deslindan en la negligencia profesional, se suma la ausencia por más de 6 meses de un encargado de cultura, la suspensión del festival folclórico, además de la ausencia de un conjunto de acciones remediales producto de recomendaciones de contraloría en materias diversas.

A la presencia de un liderazgo negligente se suma la de un subrogante que se ha ganado el apodo de “bello durmiente”, quien fuera en el marco de una actividad liderada por el mismísimo intendente regional captado en franco y profundo sueño, un placentero dormir abonado por el viático. Todo ello mientras el país se ve afectado por un creciente y sostenido estallido social donde el foco que ha puesto la ciudadanía está precisamente en la empatía de la clase política y gobernante sobre las demandas ciudadanas y la desigualad social sobre la que se ha edificado Chile en los últimos 30 años, incluidos obviamente los 16 de Peña y su gestión.

Mientras el Acalde toma vacaciones sin pronunciarse oficialmente sobre lo que pasa en el país, su representante parece no perturbar su sueño mientras miles de vecinos y loncochenses tenaces e incansables trabajan día a día para sortear deudas y llevar el esquivo sustento y comida a sus mesas. Se suma a ello el que nuestro representante dormilón seguramente soñaba con el viático permanente garantizado por su jefe. Más aun; fuentes internas de municipio nos señalan que se optó por enviar a Delfín debido a que representaría mejor al municipio, que Alberto Soto. Los resultados están a la vista o mejor dicho al bostezo.

El escenario se vuelve aún más negro para el Alcalde Peña, debido a que en el congreso se debate la ley que regula la reelección de autoridades, que de aprobarse, lo dejaría sin posibilidad de re postulación a un nuevo periodo y de paso interrumpiría el seguro y placentero sueño de nuestro Jefe de Gabinete en las dependencias de la Intendencia.

Todo indica que la negligencia y los problemas de gestión están hundiendo a Ricardo Peña en un vacío en el que terminará completamente solo, porque quienes lo acompañan ya se quedaron literalmente dormidos.

Así las cosas, parece que el slogan de algunos de OTRO LONCOCHE ES POSIBLE, debe cambiarse por OTRO LONCOCHE ES URGENTE.