Frase del día: "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten" Mateo 7,16. 12-14

Obituario: El Maestro Volantinero

By on 7 diciembre, 2020

Por Rodrigo Cuitiño Ortiz

“Cómo juzgar en un mundo donde se intenta sobrevivir a cualquier precio, a aquellas que deciden morir?  Nadie puede juzgar. Solo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento, o de la ausencia total de sentido de su vida”. Paulo Coelho.

Corrían los álgidos días a fines de septiembre del año 1988, las campañas de Si y del No estaban dando lo mejor de sí para convencer los incrédulos votantes. Mi hermano bien revolucionario en esa época, no dijo a un grupo de amigos: “El domingo se juega un clásico en el estadio municipal  Loncoche contra Villarrica y como comando del No teníamos que marcar presencia”; (si hubiera existido el Facebook o el twitter, quizás protestamos por la redes sociales como se hace hoy),  por lo cual  él mismo fabricó un Volantín XL  con la letra NO, la idea era que el volantín sobrevolara el estadio mientras el partido se esté  jugando, ( lo que hoy sería un Dron con propaganda). 

El lugar escogido  para dicha hazaña fue el techo de la casa de segundo piso del Mario Navarrete que daba justo a la espada del arco norte de nuestro principal recinto deportivo. Nos preparamos toda la semana y  por fin llegó el gran día, todo el barrio “Los Capos”,  (sector Barros Arana con Pinto y Errazuriz),  partimos a dicha hazaña, mi hermano Richard, el Flaco Tenorio, el Chispa Cortes, el Berna, todos siguiendo  al pie  de la letra lo que alguna vez dijo Salvador Allende “Ser joven y no ser Revolucionario es una contradicción hasta Biológica.”

Ya en el  Techo de la casa de Mario Navarrete empezaron los problemas, nuestro volantín XL del NO, no quería volar, todos opinaban, que la cola muy corta, que los tirantes, que el viento, y el partido por comenzar estábamos al borde de hacer el ridículo,   pero en una esquina del techo,  cual living de la casa del Mario, estaba el Loncho Pane, quien al ver nuestro problema dijo: “déjenme a mí”.

 El partido por comenzar y empezó a elevar el volantín con una maestría única, era como la prolongación de su propio brazo, lo pasaba por la cabeza de los jugadores, lo acercaba a la tribuna, entre rechiflas y aplausos del público presente, los 90 minutos de partido el volantín XL del NO se mantuvo al medio del campo de juego,  solo los jugadores de Villarrica se acercaron al cerco para aplaudir nuestra hazaña en plena dictadura.

Terminado el partido nos fuimos para la casa con la satisfacción de la misión cumplida, sin antes de agradecer haber encontrado por casualidad el Maestro Volantinero.

De esa anécdota han pasado 32 años…

Este sábado me enteré que nuestro Maestro Volantinero, quiso viajar al infinito. Quizás había muy poco viento en esta sociedad para hacer volar su volantín de la esperanza,  quizás muchas cosas, pero yo no soy nadie para juzgar, lo que si no me cabe duda que en el  infinito  estará dando clases de  Volantín y quien sabe quizás está ayudando a unos jóvenes revolucionarios.

¡¡ Buen Viaje Maestro Volantinero !!!    

About Miguel Jimenez