Frase del día: "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten" Mateo 7,16. 12-14

Obituarios: lectura para tiempos de confinamiento

By Miguel Jimenez on 11 junio, 2020

Por Gonzalo Véjar Paz, Antropólogo.

“Las palabras del Poeta dan un mareo celeste / dan una enfermedad de nubes / contagioso infinito de planetas errantes / epidemia de rosas en la eternidad”. – Vicente Huidobro.

Junto a Ernesto Pincheira Alderete, Escritor y Periodista, y a Alejandro Anabalón, Poeta y Librero, me encuentro preparando, de forma simultánea, dos libros de Obituarios, de 25 “tenaces e incansables” de Loncoche y Pucón, respectivamente. Estamos en pleno proceso de trabajo; en mi caso, recopilando antecedentes y armando las síntesis biográficas y las fotografías, más labores de gestión y comunicaciones, y mis compañeros soltando la pluma y preparando los relatos literarios. Ellos son los verdaderos Escritores y yo voy disfrutando verlos crear y canalizar su talento, como quien degusta la ruta, el viaje, junto a dos amigos.

Javier Cerca, Escritor español, dice que “a menudo, lo que es malo para la vida, es bueno para la literatura (…) la literatura se alimenta del dolor y del horror: los Escritores somos animales carroñeros (…) los mejores de nosotros transforman el horror en belleza y sentido. Por eso la literatura es indispensable”.

Escribir respecto a la Muerte siempre va a ser emotivo e intenso, más aún en un contexto de pandemia, donde uno de los sentimientos inevitables y esenciales es la incertidumbre, lo que genera miedo y éste se transforma en una compañía perversa y desagradable.

En este proyecto cultural nos encontramos abrazando la muerte con dulzura y cercanía, rememorando a personas queridas y queribles, unos más que otros tal vez, o para unos más y para otros, menos. Lo cierto es que sentaremos a la mesa a personajes que las historias oficiales empinan a un lugar de preferencia junto a otros que los relatos institucionales suelen olvidar, pero nosotros no.

Y acá estamos, haciendo literatura para tiempos de confinamiento, compañía para momentos amargos, recordando a vecinos y vecinas con quienes hemos compartido un territorio común, incentivando la nostalgia, la muy pasada y la más reciente, porque nos gusta recordar, sobre todo cuando el presente se nos torna álgido y el futuro borroso.