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Opinión: El valor de buscar la excelencia

By on 6 enero, 2023

Los primeros resultados de la nueva prueba de acceso a la educación superior (PAES) han sido demoledores para la educación pública a nivel nacional. La brecha o distancia entre los particulares, subvencionados y municipales no hizo más que agrandarse. Los resultados en los colegios públicos emblemáticos son devastadores. En ese espacio arrasado de la educación pública destaca el Liceo Bicentenario de Loncoche. El cual con diversos matices y estrategias ha sido un punto virtuoso a nivel provincial y regional desde hace muchos años.

Hace 10 años el Liceo BPAHC se propuso como norte la búsqueda de la Excelencia, lo anterior, no significaba un viraje sino una institucionalización que implicaba recoger y sistematizar lo mejor de su historia. La excelencia no era ni es un objetivo segregador, ella implica buscar lo más alto, lo excelente; implica sobresalir y elevarse en un contexto particularmente difícil para ofrecer a los estudiantes lo mejor posible en nuestras circunstancias.

 A lo largo de los últimos años (con altos y bajos) es posible detectar una serie de políticas educativas implementadas en el Liceo que probablemente son la columna vertebral del establecimiento. Estas políticas han ido adoptando un carácter transversal y cruzan administraciones y periodos históricos:

  • Una cultura escolar que valora el conocimiento, el saber y la academia.
  • Una disciplina escolar que por extensos períodos ha sido sobresaliente.
  • El valor que se otorga al trabajo de los profesores expresado en la confianza que se entrega a los departamentos académicos, los cuales han contado con un proyecto propio y con asignación de recursos.
  • La existencia de un estándar académico sólido. Es decir, un nivel de exigencia acorde a los objetivos que se buscan.
  • La autonomía en el uso de los recursos económicos para que los estudiantes accedan a más y mejores actividades pedagógicas y culturales.
  • La búsqueda de la integralidad ofreciendo un variado calendario de actividades culturales.
  • La construcción de respuestas pedagógicas propias frente a los nuevos desafíos. Lo que conlleva la capacidad de, muchas veces, anticiparse a las crisis y dar respuestas oportunas (por ejemplo, la respuesta a la pandemia).
  • El fomento y espacio que se otorga a los estudiantes para su participación y compromiso, por ejemplo, la academia de estudiantes.

Sobre esta estructura es posible construir el futuro y afrontar los desafíos del presente. Hay que ir más lejos, hay que afrontar de manera inteligente lo desafíos de la inclusión. Hay que apoyar de manera sustantiva a los profesores, se hace perentorio que dispongan de más tiempo para diseñar y preparar sus clases. Hay que seguir buscando lo mejor y los más alto. Hay que responder con audacia a los desafíos de un mundo cada vez más digital.

Hoy cabe felicitar a los estudiantes que han destacado en la Prueba de acceso a la educación superior; reconocer su esfuerzo: Juan Pablo Bastías, Diego Fierro, Amaro Alarcón, Bastián Valenzuela, Sebastián Valenzuela, Valentina Zapata, Giuliana Aroca, Juan Pablo Navarrete, Felipe Salamanca, Andrea Huichalaf, Héctor Antillanca, Francisco Vargas, Fernanda Barros, Sarahí Zapata, Victoria Cayulef, Catalina Badilla, Jorge Fierro e Ignacio Torres. También cabe reconocer el compromiso de los apoderados, puesto que el proceso educativo implica necesariamente la triada virtuosa que conecta padres, estudiantes y profesores.

También hay que destacar a los profesores, los cuales muchas veces en solitaria lucha frente a los múltiples obstáculos dan cauce a su vocación. Profesores que cada día más se ven enfrentados a tareas que los alejan de su trabajo primordial: enseñar. Rellenar planillas, escribir informes que nadie lee, responder multitud de correos, asistir a reuniones que dan sueño, ocupar valioso tiempo escuchando a gurúes voluntaristas, en fin, hay que simplificar y eliminar el trabajo inútil (mal que se extiende a nivel nacional). Salvar a los profesores de una montaña de papeleo absurdo es la tarea y la sabiduría de los directivos. Sobrevivir a la necia conjura de un sistema kafkiano es el heroísmo de los profesores.

Finalmente, queda como tarea interna el análisis pormenorizado de los resultados de la PAES. Es importante que el Liceo reflexione sobre lo que se pudo hacer mejor y si su gestión es coherente con el objetivo de otorgar las mejores oportunidades a los estudiantes. Sería un lamentable error dormirse en los laureles y caer en la autocomplacencia.   

Constituye ya parte de la identidad liceana buscar elevarse y distinguirse para aportar a la comunidad. Renunciar a buscar la excelencia sería un grave error. Hay que seguir buscando lo más alto, lo mejor. El liceo es un orgullo para Loncoche y debemos cuidarlo entre todos. Es el principal motor de movilidad social en nuestra comuna.

 ¡Larga vida al Liceo Bicentenario de Loncoche!

Alberto Velásquez Castro

Foto de los alumnos destacados PAES 2022 extraída de la página de Facebook del Liceo

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