Frase del día: "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten" Mateo 7,16. 12-14

Que se llene de libros la comuna de Loncoche

By on 27 septiembre, 2021

Por Gonzalo Véjar Paz, Antropólogo y Gestor Cultural

Los libros y publicaciones en Loncoche se encuentran vivos y muy activos. Son diversas las publicaciones que han salido a la luz el último tiempo. Los libros de Obituarios Vol. 1 y 2, la Cartografía Deportiva, “Vestido Floreado” e “Hijo de Carpintero” de Álvaro San Martín, las obras de otros integrantes de la agrupación “Alerce Vivo”, y anteriormente las creaciones de Ernesto Pincheira Alderete (“Invisible Mar”, “Peso Pluma” y próximamente “El Sillón del Otro”), Francisco Méndez, Guadalupe Becerra, Marco Silva y las investigaciones históricas de don Abraham Abara, entre otros.

A estos textos se deben sumar las acciones que propician el fomento y mediación lectora, como “La Cosecha del Libro Leído”, encuentros de escritores y concursos literarios, lo que evidencia que esta área del arte y la cultura se encuentra gozando de buena salud.

En este sentido, se hace evidente que, desde la institucionalidad pública municipal, en el contexto de una política cultural, se contemple la compra de algunos ejemplares de las obras y creaciones locales para que queden tanto en la biblioteca municipal como en las bibliotecas de algunas unidades educativas, urbanas y rurales. No hablamos de grandes cantidades ni de cifras millonarias, tampoco de un gesto sólo simbólico, sino que, de una cantidad de ejemplares digna y alcanzable, tomando en consideración la realidad financiera municipal y el contexto económico de pandemia, que obviamente involucra prioridades en el gasto.

Nos referimos a una acción estipulada y planificada en una política cultural, que implique la compra de una cantidad de ejemplares de aquellas publicaciones emanadas de escritores y creadores loncochenses, sin distinciones derivadas por lealtades o cercanías políticas, complicidades personales o gustos y preferencias estéticas, sino que, de TODOS, para actuar con justicia y ecuanimidad.

De esta forma, vecinos y vecinas que no puedan comprar estas obras podrán acceder a ellas a través de la biblioteca pública, idealmente que queden codificados y por tanto no sólo para lectura en sala, sino que, para llevarlos a domicilio, en las mismas condiciones que los demás libros existentes en este lugar.

No es posible que para que nuestra gente pueda leer a sus propios escritores o creadores, estos últimos deban “donar” su trabajo, sino que se debe contemplar esta compra de libros como una inversión permanente, como cualquier otro insumo para el óptimo funcionamiento municipal, potenciando el arte, la identidad cultural local y el sentido de pertenencia, ampliando los márgenes de nuestro patrimonio y permitiendo a todos y todas acceder a relatos que estamos construyendo sobre nosotros mismos, como personas y comunidades, con múltiples voces, luces y sombras, alegrías y dolores.     

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