Ricardo Peña y las placas en sus grandes obras después de 16 años de gobierno
Alejo Montenegro
Por sus obras los conoceréis… así relata el saber del sentido común, con esta evidencia llegamos a la siguiente columna, inspirados por las elocuentes obras de nuestro alcalde Peña después de 16 años de gobierno municipal, quien nos desayuna con las placas conmemoratorias a las obras de su legado: refugios peatonales.
Resulta irrisorio y vergonzoso que el alcalde de Loncoche ponga placas de inauguración a los refugios peatonales. Constatando con este hecho la precariedad minúscula de su legado, perfectamente uno podría inferir que en estos casos la obra sale más barata que la placa que conmemora bajo la administración de quien la construyo. Lo que en verdad debería ser secundario pues lo relevante es construir obras al servicio de las personas y no que estas sepan quien las hizo. Es más, reconocemos la importancia de las placas en obras públicas de relevancia como escuelas y jardines infantiles o polideportivos, pero ¿poner placas en paraderos de micro? , sin duda deslinda en un triste espectáculo de decadencia y mal uso del dinero público con el que se podrían hacer muchas cosas en beneficio directo de la comunidad.
¿Cuál es la necesidad de Ricardo Peña de figurar y gastar el recurso municipal en placas que lleven su nombre?
Mientras los caminos rurales imposibilitan muchas veces el tránsito de nuestros vecinos y vecinas del campo. Mientras personas de la tercera edad se encuentran solos y sin cobertura en sus hogares o mientras afectados por enfermedades deben sortear con sus pocos recursos las nuevas condiciones de vida sin ayuda social directa. Para qué hablar de nuestras calles y sus baches sobre las que también se podrían poner placas, o en los juegos infantiles abandonados y convertidos en verdaderas trampas infantiles. También podríamos poner una placa en la esperanza de trabajo de los cientos y cientos de loncochenses que anhelan un lugar de trabajo. Otra placa podría estar en la autogestión de las mujeres de Vista Hermosa que sin ayuda municipal han levantado una escuela de veranos para cuidar a sus hijos mientras trabajan en las cosechas.
Pero nada de esto es posible, porque en Loncoche, las obras de Ricardo Peña que pasarán a la historia como su legado con los Refugios Peatonales.
Resulta relevante preguntarse por la posición del concejo municipal que está aludido frente a esta acción. En éste, un año de elecciones es pertinente y responsable con el sano ejercicio democrático que el alcalde en ejercicio y su concejo aparezcan poniéndole placas a estas obras viales que sin duda tienen la relevancia de un asunto de estado.
Agradecemos los refugios y constatamos que Ricardo Peña se ha encargado de simbolizar en esta gran obra el legado de su gestión… Refugios peatonales una obra con sentido de futuro.
Al buen entendedor pocas palabras, en octubre es cuando se debe decidir qué obras esperamos para el futuro de Loncoche, entretanto Ricardo Placa Peña, será recordado por siempre en un refugio peatonal campeando la lluvia o a la sombra de los rubios aromos de Loncoche.
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