Semblanzas Loncochenses: LIDIA LUZ CARO SAN JUAN
El tiempo transcurre vertiginoso… recordando, preguntando, reflexionando y haciendo comentarios sobre su vida y su quehacer. La señora Lidia “Entrevistada”, toma parte activa y se convierte a veces en Entrevistadora de si misma. Su juventud, madurez y senescencia, se confunden en el diálogo que tiene como hilo conductor su historia y parte de la historia de Loncoche en el doble rol de testigo y protagonista de acontecimientos que, en el decir de Collinwood, son hechos humanos a partir de los cuales se escribe la historia.
En plena juventud y con el título de Practicante, categoría que en 1959 seguía en consideración en el área de salud al médico y a la enfermera, ingresa al Hospital de Loncoche en la época en que muchos son contestes en calificar de “oro”. Es el período que comprenden las décadas del cincuenta y sesenta en que Médicos como Reyes, Vidal y Escauriaza, en progresión geométrica, dieron lustre al servicio público de salud loncochense, tanto por la magnitud como por la calidad de las intervenciones quirúrgicas que se realizaban, constituyéndose la Comuna en polo de atracción de una vasta zona que, medida con parámetros actuales, trasciende el límite sur de la Región de la Araucanía. El arduo quehacer de todos y particularmente de los Practicantes implicaba mucha responsabilidad ya que debían abordar lavados vesicales, inyecciones endovenosas y practicar suturas y pequeñas cirugías.
Junto a estos recuerdos que califica de “gloriosos”, su inteligencia emocional es capaz de valorar el aquí y el ahora, reconociendo el excelente nivel del actual “Servicio de Urgencia”.
Treinta y ocho años de servicio, con turnos agotadores, no se convirtieron para la señora Lidia al jubilar el año 1997 en el descanso reparador con que se asocia la etapa post laboral; para ella sólo hubo un cambio de escenario, del Servicio de Salud al Servicio Social entre Adultos Mayores. Con Noria Jeria participaron en la fundación del Club “Alegría de Vivir”; seguidamente lidera la constitución de la primera Unión Comunal de Adultos Mayores de la lX Región, de la cual fue su Presidenta por dos períodos consecutivos y, posteriormente, integró el Taller de Tango “Caja de Compensación Los Héroes que presidió Erasmo Saavedra, participando luego, junto a Carmen Julia Troncoso, en la formación del Club Adulto Mayor “Años Dorados” el año 2003. Estas dos últimas organizaciones trabajaron en forma muy estrecha y coordinada marcando un hito en el desarrollo cultural de Loncoche con Galas de tan alto nivel que algunas de ellas como La Pérgola de las Flores fueron presentadas en Bariloche.
Al evocar su trabajo en tantas organizaciones, actividades que reconoce han dado “más vida a su vida” no puede dejar de mencionar el Comité de Desarrollo Hospital Loncoche en que desempeñó el cargo de Secretaria junto al Presidente Erwin Krumbach.
A pesar de sus limitaciones visuales, que reitera en la entrevista, junto a las satisfacciones del deber social cumplido, se percibe una suerte de nostalgia por…, lo que como buen líder, al atraer y posibilitar el surgimiento y desarrollo de otros líderes, deja conscientemente de ser imprescindible…fenómeno que se conoce como la “paradoja del Liderazgo”.
Hoy hace gimnasia en el Centro Nehuén, conversa mucho en el Taller laboral “Las Mariposas”, recuerda su dicha conyugal con Don Jovino Cartes y, lo trascendente, su vida en la Iglesia.
Llama la atención que no mencionó su nombramiento como Personalidad Distinguida de la Comuna el año 2015, olvido que sin duda está asociado a su formación valórica, distante de toda ostentación.
RICARDO VEJAR CORTES
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