Conversabamos con un profesor de uno de los coros que nos visitó; «nos han atendido muy bien», nos decía; «en la mañana en un local céntrico tomamos desayuno, muy bueno y barato; luego fuimos y compramos queso, muy bueno, igual; ese queso no se ve por allá; todos compramos unos kilitos. Una colega compró 10 quesos y los echó al bus, pues su mamá tiene un negocio».
La verdad es que cualquier gente que nos visite, por cualquier motivo u ocasión, algo de dinero dejará en el pueblo; sea que compre el diario, cigarros, queso, alguna bebida o algún helado, o almorzará o alojará, idealmente; si lo tenemos con nosotros algunos días, cuanto mejor. Es pan que llega.
Bien entonces por la organización de cuanto evento se nos ocurra, que permita que llegue gente al pueblo de visita. Que cada habitante de la comuna cumpla su función, de la mejor manera posible, sin olvidar lo principal: nuestra gente siempre está primero.
Trabajemos en nuestro desarrollo comunal, planificadamente, sin improvisaciones; todos, sin exclusiones; así nuestra gente tendrá «PAN Y CIRCO», adecuadamente.
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